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(ES) Impulso de la Economía Circular en la región de Extremadura mediante el proyecto CEMOWAS2.

Desde la Cooperación Territorial Europea INTERREG nace el proyecto CEMOWAS2, iniciativa que apuesta de forma decidida por el desarrollo de la Economía Verde y Circular en tres países, España, Portugal y Francia. A través del proyecto CEMOWAS2 se pretende impulsar el desarrollo de nuevas formas de economía más sostenibles asociadas al aprovechamiento de los residuos orgánicos y de aquellos procedentes de la gestión de las aguas residuales. Afortunadamente, desde hace algunos años se está apostando por la recuperación, redistribución y reutilización de los residuos para generar recursos y prestar servicios alternativos. Efectivamente, es interesante observar que bajo el paraguas de la EVC se está armonizando el concepto de “recurso” en sustitución del de “residuo”, gracias al cambio de paradigma que estamos asimilando como sociedad, que va desde la Economía lineal, o economía de las 5 i (Insostenible, Injusta, Infeliz, Ineficiente e Inestable) hacia la Economía circular, cradle to cradle, donde no sea estrictamente necesario obtener de la naturaleza materias primas vírgenes, con el consiguiente ahorro de costes extractivos y logísticos.

Europa apuesta por la Economía Circular y esto es un hecho, no es casual, pues nuestro continente es rico en residuos y pobre en espacio y no podemos permitirnos generar una mayor huella ecológica. Para ello, se ha puesto el foco en el desperdicio y la valorización de los subproductos que se generan en los procesos productivos, donde co-existen dos ciclos desde el punto de vista de la EVC, el ciclo técnico y el biológico, siendo este último el de los subproductos, el de los residuos orgánicos, aquellos que no siempre han sido tenidos en cuenta, pero que ahora son la clave del nuevo desarrollo económico. Es aquí donde el proyecto CEMOWAS2 hace irrupción con gran ambición, y junto a él Extremadura, en él se aplicarán ideas eco-innovadoras a través de un estricto enfoque en el eco-diseño, con el objetivo de reducir las externalidades negativas en la naturaleza y avanzar hacia el concepto óptimo de sostenibilidad, win-win-win, donde ganan la sociedad, la economía y el medio ambiente.

Ya no resulta extraño, hemos escuchado muchas veces aquello de que los huesos de aceituna tienen un gran poder calorífico, así es, y que las hojas de los cardos sirven para fabricar fibra o que los lodos de depuradoras pueden servir de abono o para el sector de la construcción. En este último caso se ha desarrollado el conocido como proyecto iCirBus-4Industries, en colaboración con INTROMAC, en concreto, el proyecto ha demostrado las posibilidades de utilización de las cenizas volantes procedentes de las plantas de biomasa como agente adsorbente de metales pesados contenidos en los lodos de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR), con el fin de utilizarlos posteriormente como fertilizantes de bajo impacto. Finalmente, en una segunda etapa, las cenizas volantes utilizadas como adsorbente se han valorizado como materiales de construcción reciclables. Esto es tan solo un estudio piloto de EVC en el campo de las aguas residuales, las aplicaciones son numerosas y el futuro se presenta apasionante en este sentido.

Paradójicamente, el concepto de Economía Verde y Circular comparte siglas con Extremadura Verde y Circular, y la reflexión es si esto tiene algo de poético en tanto en cuanto nuestra región esté llamada a liderar este nuevo cambio de paradigma económico y social, donde la comunidad autónoma extremeña se convierta en la de la EVC por excelencia. No sería de extrañar, pues miremos donde miremos observamos oportunidades para desarrollar economías bajas en emisiones de carbono. Así, en Extremadura tenemos una calidad de aire envidiable, gran cantidad de zonas pertenecientes a la Red Natura 2000, una importante cantidad de producción ecológica, podemos ofrecer eco-turismo de diversa índole, tenemos ecosistemas que son un ejemplo vivo de la sinergia positiva entre el hombre y la naturaleza (dehesa), almacenamos un tercio del agua dulce nacional con el consiguiente desarrollo de la biodiversidad y de los servicios eco-sistémicos, los cuales no olvidemos, son la base de nuestra existencia. Sin embargo, el principal escollo es la inercia que trae consigo una economía basada en combustibles fósiles, ya anticuada pero muy presente, la cual choca con la EVC. Así, desarrollamos vastos monocultivos contrarios a la permacultura y contaminamos el suelo, generamos huellas de carbono y huellas hídricas cada día, cambiamos el clima, desechamos gran cantidad de plásticos y nos encontramos en un estadio muy inicial del consumo responsable. Por todo ello y por más, es de vital importancia desarrollar escenarios más sostenibles que nos permitan avanzar acorde a los retos que el futuro nos depara, siendo en nuestra comunidad autónoma en particular la hora de desarrollar una auténtica Extremadura Verde y Circular.